Les recomiendo paciencia, que no traten de hacer todo en un solo dia, con mucha paciencia y dedicacion los frutos van a ser mucho mejor.
Espero que tengan sus planos a la mano.
Fabricación de la plantilla base
Comenzaremos fabricando una plantilla base sobre la que poder ensamblar las distintas partes de nuestra guitarra.
Para ello emplearemos madera de contrachapado, a ser posible fenólico (este tipo de laminados de madera tratados son resistentes a la humedad y tiene una buena vejez).
Sobre una pieza de este material lo suficientemente grande y a partir de los planos de la guitarra a escala natural, plasmaremos el contorno de la tapa . También dibujaremos unos 40 centímetros del mango.
Después serraremos la pieza dejando un margen de unos 8 centímetros todo alrededor del contorno dibujado y practicaremos una serie de cortes tal y como se detallan en la fotografía.
El siguiente paso consiste en mecanizar 13 piezas en forma de L que se deslizarán por los cortes efectuados en la pieza base y que harán de tope y sujeción de los aros en el proceso de encolado de los mismos. Para poder deslizar estas piezas a lo largo de las aberturas de la base, tendremos que taladrarlas para insertar en ellas un tornillo de rosca. En su extremo inferior fijaremos una tuerca y una arandela y roscaremos una palomilla en el extremo superior.
De Igual forma mecanizaremos una pieza que se usará para fijar la tapa armónica al molde base y que irá roscada con el mismo sistema justo en el centro de la boca de la guitarra.
Tanto esta pieza de fijación como los topes, pueden ser fabricados de cualquier tipo de madera que ofrezca cierta estabilidad. Es aconsejable la de haya aunque prácticamente puede ser válida cualquiera. La disposición de los topes una vez montados puede verse en la fotografía.
Construcción de la tapa armónica
En un primer paso, trasladaremos el plano de la tapa a una pieza fina de contrachapado, plasmando en ella la situación de cada uno de los detalles internos que la conforman (barras armónicas, refuerzos, costillas, contorno de la boca, ...) obteniendo así lo que será nuestra plantilla.
Fabricaremos la tapa armónica partiendo de dos piezas de cedro de Canadá de unos 4 milímetros de espesor. Para la elección de las mismas, observaremos la separación entre betas (no mayor de 1 milímetro) y la perpendicularidad de las mismas (han de mostrarse perfectamente paralelas entre sí). Antes de encolar las dos tablillas, nos aseguraremos de que los cantos a unir, están perfectamente planos, de modo que si las juntamos y vamos deslizándolas, no se observe ningún punto de luz entre ambas. En caso contrario, seguiremos aplicando lija fina hasta planificar por completo los lados de unión y solo entonces, procederemos al encolado de las piezas. Aplicaremos cola y las uniremos ayudándonos de sargentos que asegurarán la presión necesaria durante el tiempo de secado.
Una vez encoladas, usaremos la plantilla de chapa para dibujar el contorno de la tapa armónica y serraremos su silueta dejando un margen de unos 5 milímetros en todo su perímetro.
Aplicaremos lijados cada vez de menor grano, en ambas caras de la tapa hasta rebajar su grosor a 2,5 milímetros y conseguir un acabado perfectamente plano y uniforme.
Construcción de baretas y barras armónicas
El sistema de baretas y barras armónicas y su disposición, medidas y número, serán los responsable de distribuir correctamente la vibración de la cuerdas por toda la tapa armónica.
A partir de listoncillos de pino abeto alemán y atendiendo a las medidas establecidas, fabricaremos las distintas baretas y barras.
Posteriormente procederemos al encolado de las mismas sobre la tapa armónica según la disposición de nuestro plano.
Colocación de la roseta
La boca o tarraja es la encargada de dejar salir los sonidos que se generan y amplifican dentro de la caja de resonancia. Su tamaño influirá en gran medida en la potenciación de graves y agudos, del tal forma que a menor abertura, mayor trasmisión de sonidos graves; por contra, una boca de mayor diámetro, potenciará las notas mas agudas.
Dibujaremos los diámetros interior y exterior entre los que se ubicará la roseta y ayudados de una cuchilla de compás trazaremos los mismos círculos, profundizando 1 milímetro en la tapa.
Cuchillas de compás
Usaremos una pequeña gubia de corte plano, para rebajar el anillo marcado entre ambos círculos y que alojará la roseta.
Una vez ahuecado uniformemente, encolaremos la roseta en él y procederemos a recortar la boca ciñéndonos a las medidas del plano.
Una vez encolada, le aplicaremos lijados hasta lograr dejarla completamente a ras de la tapa armónica.
Por último preservaremos la tapa, colocándola sobre la plantilla base y fijándola con los topes para mas adelante seguir trabajando en ella.
Construcción del mástil
A partir de una tabloncillo de cedro de Honduras fabricaremos el mástil. Para ello, a 15 centímetros del borde, practicaremos un corte con 12º de inclinación tal como se muestra en la siguiente fotografía.
A la pieza resultante del corte, le daremos la vuelta para encolarla sobre el brazo tal y como se muestra en el siguiente gráfico.
Construcción del zoque y la culata
El material utilizado para la construcción del zoque, será el cedro de Honduras (al igual que para el mástil). Para ello dispondremos de un taco en las medidas señaladas en el croquis o bien varios tabloncillos que se irán encolando laminados, y a partir de ellos, mecanizaremos la pieza que encolaremos al brazo y remataremos con lijados cada vez de menor grano, hasta definir forma y acabado.
Una vez seca la cola, procederemos mediante bastren al perfilado del brazo, aproximándolo a las que serán sus medidas definitivas.
Por último, siguiendo las cotas que los planos marcan, fabricaremos de este mismo material, la culata y preservaremos la pieza para su posterior encolado.
Encolado del brazo a la tapa
Una vez finalizado el mástil, nos dispondremos a encolarlo a la tapa armónica, para ello afianzaremos ambas piezas con sargentos sobre la plantilla base tal y como se muestra en las siguientes fotografías.
Construcción del fondo
La madera elegida para la construcción de la caja (aros y fondo), es el Palosanto, madera de acabado lustroso y elegante al tiempo que posee buenas características sonoras.
Al igual que la tapa armónica, el fondo se construye a partir de dos mitades "espejo", con un espesor de unos 3 a 4 milímetros. El encolado del fondo, es similar al de la tapa, a excepción de que entre medias de las piezas, encolaremos un filete (sándwich laminado de diferentes maderas cuyo sentido es estrictamente ornamental).
Una vez encolado y tal como sucediera con la tapa, dibujamos su silueta y serramos su contorno dejando un margen de 5 milímetros
Por último, ayudados de la rasqueta y posteriormente de los tacos de lija, procedemos al rebaje de ambas caras hasta lograr un acabado liso y uniforme y un grosor de unos 2 milímetros en toda la pieza.
Construcción de las costillas
Las costillas serán las responsables de dotar al fondo de cierta robustez y son pieza fundamental del armazón interno del instrumento dándole consistencia y solidez.
Para su fabricación, utilizaremos listoncillos de cedro de Honduras (madera ligera y de gran estabilidad).
Una vez mecanizados según los planos establecidos, procederemos a su encolado con el fondo, ayudándonos de sargentos que se encargarán de mantener la presión necesaria durante el tiempo de secado de la cola.
Por último, prepararemos unas regletas en madera de cedro de Canadá, de 1,5 milímetros de espesor y 10 de ancho, con las que reforzaremos la unión interior de las dos mitades del fondo, encolándolas sobre el filete de unión de las mismas.
Preparado de los aros
Para la fabricación de los aros, partiremos de dos piezas de madera de palo santo de la India en un grosor bruto de unos 4 milímetros. Emplearemos la rasqueta para preparar las caras de las piezas hasta lograr uniformidad y buen acabado a lo largo de toda su superficie y mermando su espesor hasta poco mas de 2 milímetros.
Una vez dispuestas las piezas, procederemos a darles forma mediante el doblador de aros. Para ello debemos de humedecer las maderas con una esponja y a medida que se vayan secando volverlas a humedecer. El proceso de doblado, ha de ser lento y cauteloso para evitar el astillamiento de las piezas.
Es necesario fabricarnos un molde de contrachapado en el que periódicamente cotejaremos las curvaturas de los aros hasta lograr el que la forma dada a estos, se adapte exactamente a su contorno.
Por último, preservaremos los aros hasta un siguiente proceso, afianzándolos al molde mediante sargentos, que asegurarán la estabilidad de la forma dada hasta el perfecto secado de la madera.
Encolado de los aros a la tapa
En un primer paso y a partir de listoncillos de cedro de Honduras, fabricaremos los junquillos que servirán de unión entre los aros y el resto de la estructura (tapa armónica y fondo).
Construiremos un molde externo de madera contrachapada, donde afianzar los aros y proceder a su encolado con los junquillos. Como se observa en las fotografías, debemos de practicar un rebaje de unos 3 milímetros de profundidad por 6 de anchura en la cara interior, que alojará el sobrante de la tapa armónica. Así mismo taladraremos 5 vías de paso que servirán para fijarlo al molde base.
Una vez atornillado al molde base, colocamos en su interior los aros y ayudados por prensillas de pinza, encolaremos los junquillos a los aros.
Una vez seca la cola, montaremos sobre el molde base la tapa armónica y le daremos la vuelta a los aros para encolar los junquillos a la misma. Al mismo tiempo encolaremos también el tacón. Aseguraremos la integridad de la estructura durante el tiempo de secado de la cola afianzando los componentes mediante sargentos y los topes deslizantes del molde base.
Encolado de los aros al fondo
Tomaremos el fondo y procederemos a su encolado con los aros. Para ello, ya hemos dispuesto nuevamente de junquillos, que al igual que en el anterior proceso, encolaremos en el borde de los aros. Esta vez para que sirvan de unión con el fondo. En este proceso tendremos en cuenta la inclinación del fondo ya que como es sabido los aros se angostan en su proximidad al zoque.
El afianzamiento al resto de la estructura se logrará nuevamente utilizando el mayor número de sargentos posible.
Una vez finalizado el tiempo de secado, lijaremos la madera sobrante del fondo y de la tapa armónica.
Fileteado de la caja
Ayudados de una cuchilla para filetes, practicaremos a lo largo del todo el contorno del fondo y de la tapa, un recorte de 5 milímetros de profundidad por 3 de ancho, que ubicará los filetes de remate.
Para este trabajo, también existen en el mercado aparatos específicos que acoplados a un dispositivo (tipo Dremell), facilitan esta labor por medio de una fresa regulable en altura.
El siguiente paso consiste en la preparación de los filetes. En nuestro trabajo hemos combinado tres laminillas de 0,5 milímetros de espesor de sicomoro en negro y blanco y otra exterior de ramin de 1,5 milímetros. Primeramente hemos encolado las piezas y las hemos dejado secar sujetas al molde para que tomen las curvaturas deseadas. Una vez seca la cola, se deberán de encolar en los encajes practicados en las aristas del instrumento y en último paso, deberemos de recortar los sobrantes y lijar hasta lograr un buen acabado.
A partir de un pequeño trozo de palo santo, recortaremos la pieza de remate para el zoque y la encolaremos al mismo.
Construcción y remate de la pala
Para la elaboración de la pala, practicaremos los orificios que servirán de alojo a los clavijeros y perfilaremos su forma según se detallan nuestros planos.
En nuestro caso, hemos elegido el ébano para dar acabado a la misma, que por otro lado será la madera a utilizar en la construcción del diapasón y el puente. Por motivos estéticos, el material usado en las tres piezas, suele ser el mismo.
Entre la chapa de ébano y la pala (de cedro de Honduras) intercalaremos una lámina de sicomoro natural que resaltará el acabado.
Existen muchas formulas para el remado de la pala y cada una de ellas define la firma del constructor, en nuestro ejemplo hemos optado por una talla que realce el acabado final.
Para concluir, tallaremos la pala por su cara posterior siguiendo el diseño que en los planos se muestra.
Construcción del diapasón
Como ya hemos mencionado, el material a emplear será el ébano. Dispondremos de una pieza de unos 7 milímetros de espesor, que planificaremos en todas sus caras ayudados de la rasqueta y lijas en varios granos hasta lograr un espesor uniforme que rondará los 5 milímetros.
Una vez concluido el perfilado, trasladaremos las medidas de la regla para proceder a marcar el alojamiento de cada uno de los trastes.
Una vez clavados los trastes y cortado el sobrante de los mismos, encolaremos el diapasón al brazo. Para ello emplearemos un buen número de sargentos que asegurarán la inmovilidad del mismo durante el tiempo de secado de la cola.
Será imprescindible efectuar un chequeo de todos y cada uno de los trastes para comprobar su regularidad en altura a lo largo del diapasón y de este modo evitar trasteos no deseados. Para ello emplearemos una regla que deslizarémos sobre ellos, de esta forma podremos observar en que puntos existen irregularidades en el clavado de los mismos. Tambien nos podemos ayudar de tiza o rotulador e ir chequenado en que puntos no desaparece al roce de la regla. Una vez son detectados, rebajaremos las irregularidades con lima para trastes protegiendo previamente la correspondiente zona de diapasón con placas metálicas al efecto de gran utilidad y que solo dejan sobresalir el propio traste.
Construcción del puente
A partir de una pieza de ebano y siguiendo las cotas que se marcan en los planos, mecanizarémos el puente.
Existen muchos posibles acabados, pero en nuestro ejemplo, hemos querido firmarlo con una talla a juego con la pala.
Una vez finalizadas las tallas, pulirémos la pieza para logar un buen acabado.
El machón de amarre de las cuerdas es la parte del puente más vulnerable y la que sufre un mayor desgaste con el uso. Esto se debe a la fricción de las cuerdas y a la gran tensión que los nudos soportan. Por este motivo es conveniente reforzarlo de algún modo. Una solución usual, que reporta muy buenos resultados, es la consistente en rematar sus bordes con dos pequeñas tiras de hueso (a juego con la selleta). Con lo que además, conseguimos un detalle estético que realzará la belleza de la pieza.
Por último y atentiendo a las medidas de los planos, practicarémos los orificios por los que discurriran las cuerdas. Para ello utilizarémos una fina broca de 1,5 mm.
Emplearemos sargentos de madera para amarrar el puente a la caja durante el encolado a la tapa. Debemos de obrar con la minuciosidad y exactitud que el proceso requiere ciñéndonos escrupulosamente a las cotas que los planos marcan.
El Barnizado
Utilizaremos gomalaca francesa para el barnizado del instrumento. En unas primeras capas, se empleará mezclada con piedra pómez que actuará como tapaporos y sellará cualquier microfisura que las maderas pudieran presentar. Cada una de las capas, que serán aplicadas a muñequilla, irá precedida de un fino lijado. Emplearemos grano específico para lijados sobre barniz (extremadamente fino).
Cordaje y últimos detalles
En primer lugar debemos de colocar nuestra etiqueta en el interior de la caja. Es importante identificar el instrumento de alguna manera y ese es el fin de la etiqueta. En ella, además del constructor figurará minimamente la fecha de construcción. Todos los datos que nos proporcionen trazabilidad del instrumento, también serán bien recibidos y pueden tener su lugar en la misma.
A continuación colocaremos los clavijeros y encordaremos el instrumento. Efectuaremos una última comprobación de trasteo y altura de cuerdas y si fuera preciso retocaremos las piezas de hueso (selleta y cejuela).
Una vez afinado el instrumento, estaremos preparados para disfrutar haciendo música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario